domingo, 3 de diciembre de 2017

MEMORIAS DE UN ZOMBIE ADOLESCENTE


En el mundo ha habido una epidemia zombie. Solo resiste un pequeño grupo de humanos que han construido una muralla para protegerse. El protagonista de esta película, un zombie llamado R, se encuentra con Julie, lo que desata el comienzo del cambio.



“¿Qué estoy haciendo con mi vida?” comienza preguntándose R. No sabe qué sentido tiene su vida, no sabe quién es, no consigue conectar con otros aunque quiere… R está perdido y está esperando a despertar a la vida.

Experimenta una contradicción dentro de sí: “no quiero hacer daño a la gente, pero así es como es el mundo ahora.” Es más fácil llevarse por la corriente. Como zombie, sus instintos le llevan a usar al ser humano para sentirse bien él (para alimentarse, para sentirse más vivo). El otro es usado como un medio para su bienestar momentáneo. Se establece una relación de uso.

Pero no todo está perdido para R. Escucha música y colecciona cosas que le mantienen, en cierto sentido, vinculado a la humanidad. Y elige continuar conectándose en vez de desconectar por completo. Camina en la búsqueda de experiencias que lo conecten con lo humano.

En esa búsqueda es cuando conoce a Julie y es ante su presencia cuando su corazón, por un momento, vuelve a latir. Ante la presencia de un Otro real se humaniza un poco su corazón. Es en esa relación que él comienza a reconocerse a sí mismo gracias a que Julie le reconoce “¿Por qué no te llamo solo R? Por algo se empieza” Así Julie le va enseñando a conducir e ir recuperando el volante de su vida.

R experimenta los recuerdos de Perry. Los recuerdos le llevan a sentir, el sentir le lleva a soñar, el soñar le lleva a la esperanza y la esperanza le lleva a la humanidad. Todo ello bajo la envoltura de la relación con otra persona.

Su vuelta definitiva a la humanidad la sella al sacrificarse por Julie, al realizar una entrega desinteresada para regalar vida a otra persona. Es la vivencia del amor lo que le sana y le permite reencontrarse consigo mismo y con los demás seres humanos; así encuentra sentido en su vida.

¿Y qué ocurre con el resto de zombies? El ejemplo de Julie y R cuestiona su modo de vida. El visualizar las manos entrelazadas les trae algunos recuerdos de sus propios lazos con otras personas. Les conecta con parte de su humanidad todavía ahí presente. Los recuerdos les llevan al sentir, el sentir les lleva a soñar, el soñar les lleva a la esperanza. Y desde la esperanza tuvieron que “aprender a vivir de nuevo”.

En un inicio, los humanos pensaron que construyendo muros conseguirían sobrevivir, pero con el aislamiento, todos terminarían por morir: humanos y zombies, aniquilándose unos a otros. Sin embargo, resulta que el vínculo era la clave de la cura y la vuelta a la vida para todos.





lunes, 30 de octubre de 2017

REBECCA (película africana)





Trata de una pareja (Clifford y Rebecca) que celebra un matrimonio concertado por sus familias. Ninguno de los dos lo quería, pero obedecieron. De camino a casa de Clifford, el coche se queda sin gasolina y Rebecca y su nuevo marido se quedan parados en medio de la selva donde tienen la oportunidad de conversar y conocerse mejor el uno al otro, se enfrentan a la picadura de un insecto venenoso y hasta a un león.  Una historia que permite profundizar en el amor y, especialmente, en el amor en la pareja.
            Recorramos algunos momentos:

            Al principio de la película, parece que Rebecca no habla inglés, pero comienza a hacerlo cuando lo ve necesario. Clifford interpreta que Rebecca le había engañado, pero esta le contesta "yo no te dije que no hablaba inglés, tú lo decidiste". ¿Cuántas veces damos por supuesto o decidimos por los otros lo que pueden estar sintiendo o pensando? Nuestras suposiciones las elevamos a la categoría de verdad absoluta y actuamos y tratamos a los demás en función de ellas. Como Clifford que trataba a Rebecca como si no supiera inglés y no pudiera entender nada. Un elemento importante que añadir en esta reflexión es que las distintas culturas, formas de ver y enfocar la vida, influyen en la manera en la que uno se comporta por lo que si no conocemos la cultura o la forma de pensar de la persona con la que estoy tratando puedo malinterpretar la situación. Por ejemplo, Rebecca no es que no hablara porque estuviera enfadada o por timidez o por las mil razones que se le puedan ocurrir a cada uno; no, ella no hablaba porque no tenía nada importante que decir. En su cultura se hace así. Ante esa explicación, Clifford la desprecia, lo considera una tontería. ¿Pero es una tontería todo lo que no se hace, piensa o enfoca como lo hace uno?
           
Ante la posibilidad de que Rebecca no supiera inglés, Clifford le dice que lo tiene que aprender ella. Él no tiene ninguna intención de hacer esfuerzo en aprender la lengua de Rebecca. Obviamente, todavía no está presente el amor en él hacia Rebecca ya que cuando quieres a alguien te interesas por todo lo que tiene que ver con esa persona y te intentas acercar a ella.
           
Por otro lado, se puede observar como Clifford no ha elegido su camino por el mismo. Se casa porque lo dicen sus padres y reconoce que lleva la vida que viven los blancos. Parece que ha elegido dejarse llevar.

            En un momento de la película, a Clifford le pica un insecto venenoso lo que le debilita enormemente hasta el punto de creer morirse. Ello le lleva a encontrarse en una situación de debilidad y vulnerabilidad. Él que lo tiene todo y no necesita de nadie se ve ahora necesitado y esa es una experiencia que puede resultar desagradable. Puede despertar impotencia y enfado hacia la situación, hacia uno mismo, hacia la persona que te está ayudando... Es el encuentro con la debilidad de uno. ¡Qué difícil es aceptar los límites! ¡Y qué difícil es aceptar la ayuda! 
En esa aceptación es importante la humildad y la valoración de lo que uno sí que puede hacer a pesar de que hay otras cosas que no pueda hacer. Por ejemplo, el marido puede elegir actuar de forma borde o de forma cariñosa con Rebecca. Puede parecer que no es gran cosa, pero poneros en la situación de estar encerrados en algún sitio con alguien, ¿es poca cosa el pasar las horas de la forma más agradable posible? Al fin y al cabo, es tiempo de tu vida.

            Clifford vive una transformación personal profunda ya que el conocer a Rebecca revoluciona su escala de valores. Esa transformación es dolorosa, el veneno acumulado en toda una vida enfocada desde la superficialidad tiene que salir. La "tierra firme" sobre la que pisaba se desmorona y eso da miedo y uno se siente débil. Pero los terremotos pasan y las casas se reconstruyen. Sólo hay que mirar el material y el terreno sobre el que se va a reconstruir, es decir, los valores sobre los que se quiere apoyar uno en la vida.

Rebecca actúa desde el respeto y desde un amor hacia otro ser humano que está necesitado. Le cuida con paciencia y afecto, sin dejarse pisotear. Se entrega en el cuidado a esa persona por completo. Rebecca le enseña a su marido que es importante tener un sentido y propósito real en la vida y que éste se completa con el amor. Un amor que implica: paciencia, profundidad, respeto, comprensión, gratitud, gratuidad y perdón.

Al final, desde el amor, Rebecca toma una decisión: opta por su marido (al que comienza a amar). El amor es decisión también.


"Gracias Rebecca!
Siempre que quieras."


viernes, 14 de julio de 2017

WALL-E

Wall-E




           
La tierra permanece oculta tras un montón de basura creada por los humanos. Ante la imposibilidad de la vida debido a la cantidad de desechos, los seres humanos abandonan el planeta dejando a Wall-E, un simpático robot, atrás. 
Wall-E se siente muy solo.
            De pronto en su vida aparece Eva, un robot enviado por los humanos en busca de vida en la tierra. ¡Su soledad está curada! Wall-E seguirá a Eva hasta la nave madre donde se encontrará con unos seres humanos gordos, incapaces de hacer nada por ellos mismos ni de ver y vivir nada real (“viven” su vida a través de pantallas, todo ficción). La llegada de Wall-E a la nave revolucionará la vida de las personas que allí viven. No encaja en un sistema perfecto: lo “pringa” todo de basura, provoca accidentes con los otros robots y también gracias a su imperfección consigue despertar de su "hibernación" a algunas personas. 
"No sabía que tuviéramos una piscina" dice una mujer tres ser interrumpida del ensimismamiento con su pantalla por Wall-E.
            También es gracias a Wall-E que llega la vida pues es él que le da la planta a Eva. Y con que trae la vida me refiero a que la trae en sentido físico (la planta) y en sentido existencial puesto que poco a poco vuelve la vida de verdad a la nave, con sus retos, autonomía, consciencia...
            Wall-E representa a esas personas que viven y se "pringan" de tierra. Porque si en tu piel no hay un gramo de tierra, en realidad, no has caminado. Va detrás de aquello con lo que ha sido más feliz y ha encontrado sentido (en su caso es Eva), aunque por ella tenga que arriesgar su vida.

En cuanto a la relación entre Eva y Wall-E tienen que ajustarse el uno al otro. Son tan diferentes...Hay una escena en la que están en el espacio y se cruzan varias veces sin llegar a tocarse, pero buscándose. Esa escena recuerda a lo que decía Sartre: los seres humanos se buscan, pero nunca van a llegar a encontrarse. Sin embargo, Wall-E y Eva se van adaptando hasta que consiguen encontrarse. Esta filosofía se parece más a la de Martin Buber que plantea que de hecho sí que es posible un encuentro existencial, real y profundo entre personas. Ese encuentro verdadero llama la atención, sorprende, entusiasma a los demás. Les recuerda la posibilidad de ello en su existencia y les recuerda que, en el fondo ellos también lo buscan. No tiene por qué ser un amor romántico de pareja (como ofrece esta película); el verdadero encuentro entre personas es lo que echan en falta, lo que buscan y les aporta felicidad.
            También la codicia y el deseo de poder humanos están representados en la figura del robot segundo de abordo que tiene que controlar él todo.

            Por supuesto, la película es una crítica directa al poco cuidado del medio ambiente que la sociedad está teniendo, así como las consecuencias negativas que podemos experimentar si nos dejamos dominar por la tecnología. Pero de lo que también trata la película es del sentido en la vida. Cuando el capitán descubre la planta y reflexiona sobre la posibilidad de volver a la tierra, el robot le advierte sobre el peligro de su supervivencia y el dice: "no quiero sobrevivir, quiero vivir". Esta frase se asemeja a la que dijo Frankl: el sentido de mi vida no es que mis genes sobrevivan. De hecho, al final de la película Wall-E se sacrifica por salvar la esencia de la vida (representada en la planta). Pone su supervivencia al servicio de la vida y de la vida de los demás. Y es gracias al amor que lo conecta a Eva, por el que vuelve a conectar con la vida.
Es definitiva, es una película en la que se muestra la apuesta por los nuevos comienzos (nuevas relaciones, nuevos aprendizajes y nuevas liberaciones de lo que a cada uno le esclaviza, dentro de uno mismo o fuera). Y en la que se apuesta por reconstruir lo que previamente se había destrozado (como la naturaleza). 


¡Por los nuevos comienzos!

sábado, 22 de abril de 2017

Un cuento chino

UN CUENTO CHINO




                Una vaca cae del cielo, un momento importante se ve truncado por una desgracia:  

una vaca cae del cielo y aplasta lo que era e iba a ser la vida feliz de Jun, matando a su novia. Tras este infortunio, Jun se va a Argentina en busca de su tío. En Argentina se encuentra con el protagonista de esta historia: Roberto, un hombre malhumorado que vive de manera hipercontroladora.

                Verdaderamente, Roberto se comporta con los demás de forma cerrada y brusca porque él mismo está cerrado a la vida y enfadado con ella. Hay una escena que muestra, precisamente, esta forma de intentar controlar la vida que tiene Roberto: cuando se le ve contando los tornillos en su ferretería una y otra vez y llega a la conclusión de que tiene tornillos de menos. El vendedor le dice que la máquina a veces suelta tornillos de más y otras veces de menos (¡cómo la vida misma, que a veces nos da de más y a veces de menos!). Roberto siente lástima de sí mismo, la vida siempre le echa de menos a él. Desde este victimismo, no sale de su amargura. Sin embargo, cuando la vida le ofrece tornillos de más (la oportunidad de estar con Mari) tiene miedo a cogerlos (tiene miedo a iniciar una relación con ella). No quiere regalos de la vida. No los acepta porque entonces tendría que cambiar su perspectiva de cómo es la vida y porque, de esta manera, se evita decepciones y sufrimientos (o eso piensa él ya que, realmente, con su vida actual es infeliz).

                En su soledad, Roberto pasa el rato mirando los periódicos; viviendo la vida de otros y leyendo cómo la viven otros. A demás busca noticias que confirmen su visión pesimista de que la vida es ridícula.

                La casa de Roberto parece ser la imagen de cómo está él por dentro: llena de cosas viejas y rotas, anclado al pasado. Esta casa, va a ir cambiando a medida que Roberto lo va haciendo, con la llegada de Jun. Comienza a tirar algunas cosas...comienza a estar más receptivo. En este cambio, le acompaña Jun, el cual actúa como un maestro zen que le ayuda a limpiar su casa. Pone su vida patas arriba y va limpiando lo que está sucio, podrido, viejo, roto... La aparición de Jun cambia su vida. Roberto tuvo que estar receptivo (actitud que se observa en que es él el que comienza a limpiar) pero Jun le dio el empujón y la fregada fuerte. Limpiar lo viejo para ir dejando espacio a lo nuevo.

                ¿Y cómo hace Jun para ayudar a Roberto?

             Jun reta a Roberto a dejar de girar en torno a sí mismo. Le “descoloca” al plantear un enfoque de vida totalmente distinto. Para él todo lo que ocurre tiene sentido. Este sentido lo encuentra, en última instancia, en la actitud con la que enfrenta lo que la vida le pone delante. Hablan idiomas distintos, no solo chino y castellano, sino que entienden la vida de manera distinta. ¡Qué difícil entenderse así! Pero lo consiguen. Se comienzan a entender ante la humanidad de Jun, que conecta con lo humano de Roberto. Éste se compadece de la situación de Jun. Com-padecer (padecer con), vivir y sentir con el otro. Eso es lo que experimenta Roberto: el encuentro con un otro que sufre pero que, a la vez, enfrenta con valentía la vida. Ese encuentro cuestiona a Roberto y le llama a querer implicarse más en ayudar a Jun. Ese encuentro le hace querer para sí la libertad que Jun transmite. En ese encuentro Roberto comienza a dejar entrar a Jun en su mundo, se interesa por su vida, por conocerle y le cuenta su propia historia. Al compartirla comienza a liberarse de la carga de su pasado.



                ¿Y qué pasa con la vaca?

                La vaca para Jun es símbolo de desgracia. Una vaca caída del cielo fue lo que mató a su mujer, su proyecto de vida, su ilusión, su alegría en ese momento. Para Mari, por el contrario, es símbolo de prosperidad. Su vaca le hace compañía y le da la leche con la que se alimenta. Pero la vaca no es buena ni mala en sí, sino que aquello que ha ocurrido con la vaca es lo que ha desencadenado acontecimientos difíciles o prósperos.

                Al final de la historia, Roberto mira de frente el dibujo de una vaca. Una vaca de mirada desafiante que parece estar diciendo: ¿te atreves a vivir?














domingo, 5 de marzo de 2017

La escafandra y la mariposa

LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA




Basada en una historia real, la escafandra y la mariposa cuenta la historia de Jean Dominique Bauby , un hombre que ha sufrido un infarto y ha quedado en coma durante 3 semanas. Tras dicho tiempo, despierta en el hospital sin poder hablar ni moverse, tan solo puede mover sus ojos.

El shock, la frustración y el sufrimiento que vive Jean Dominique es indescriptible. Paralizado, dependiendo de las personas de su entorno, sin reconocerse en el reflejo del espejo por lo cambiado que está...

Rodeado de personas que le quieren, Jean Dominique consigue sacar fuerzas de donde no las tiene. Finalmente, con ayuda de Claude consigue escribir un libro (dictando mediante el parpadeo) que lleva el título de esta película.

A lo largo de su estancia en el hospital le visitan distintas personas entre ellas un antiguo conocido que estuvo secuestrado y que viene para darle algún consejo de como sobrellevar esta durísima situación; él le aconseja agarrarse a lo humano que lleva dentro. Y aunque al principio Jean Dominique no sabe a qué se refiere, encuentra precisamente eso humano dentro de él, aquello que sí que puede hacer: servirse de su memoria y su imaginación.

Impresionante ejemplo de resiliencia en el que se ven llevadas a la prácticas las capacidades noéticas que refiere V. Frankl en la logoterapia. Jean-Do toma una decisión, decide no rendirse ante lo que le ha pasado. Decide no reducirse a un vegetal. Decide aprovechar lo que sí que puede hacer. Decide disfrutar de ver crecer a sus hijos y de los momentos compartidos con sus seres queridos. Y, sobre todo, decide la actitud con la que quiere afrontar la circunstancia que desgraciadamente le ha tocado vivir.